DUDA... Y PREGUNTA.
Desde que asumió este gobierno de gente decente, que jamás tocó una moneda ajena, gente capaz de eliminar la inflación como cometido más simple, gente incapaz de hacer que las mayorías pierdan nada de lo que tienen, capaces de insertarnos en el mundo, respetuosos de la división de poderes y las instituciones, están pasando cosas a las que no estábamos acostumbrados.
Y como el cambio, que efectivamente se operó, impacta de un modo desconcertante en gran parte de la sociedad, que no alcanza a comprender esta lluvia de bienestar, pulcritud y decencia, quizás acostumbrada a la corrupción y destrucción social del gobierno anterior, nos preguntamos:
¿Y si este gobierno intenta robarse todo, como hacían los K?, así podemos reincorporar a los 200 mil despedidos, abrir las 4000 empresas cerradas, recuperar el valor de los salarios y las jubilaciones, volver a la inflación del 25% anual, pagar la luz y el gas, cambiar el auto, ir de vacaciones, prender el aire y la calefacción, y desendeudarnos de los 70 mil millones ya tomados por los honrados?
¿Será que estaríamos dispuestos a eso al costo de no poder comprar los cinco millones de dolares por mes; de interrumpir la novela para escuchar al burro a falta de yegua; a volver a tirar la plata de todos para que todos puedan ver el Futbol para Todos; a volver a la ilusión de creer que podemos comer bien, y hacerlo; de que el mercado interno activo nos demande mano de obra y tengamos que trabajar; de seguir con el Proyecto Arsat recuperando los satélites I y II privatizados, y mandar al cielo el III para anden girando peligrosamente sobre nuestras cabezas?
Puede ser duro, porque sería volver atrás, volver a los tiempos en que en la ONU no pronunciábamos frases geniales como que "la población urbana se concentra cada vez más en las ciudades" con las que nos consolidamos como potencia intelectual; podemos volver a desatar la furia sindical porque el salario trepe por sobre el piso de ganancias y se quiebre esta paz reinante; quizas ya no tengamos para el próximo 24 de marzo la visita del jefe del mayor imperio del planeta que tan bien acompañara a la dictadura, ni para un nuevo aniversario de la independencia la gratificante visita del rey de España.
En fin, podemos perder algunas de estas conquistas logradas "juntos", "entre todos", "con el esfuerzo de todos", para volver simplemente a ser el país populista despreciable que fuimos con los mejores salarios en dólares de América Latina; el país más desendeudado del mundo; con el 98% de los mayores jubilados; con récords de venta de automóviles y electrodomésticos; entre los más inclusivos del planeta. Todo producto de la maldita delincuencia K que nos dejó esta pesada herencia de la que nos estamos liberando rápidamente.
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