domingo, 4 de septiembre de 2016


DE SUMAS Y RESTAS



Se dice que en política siempre hay que sumar. Por obvio que sea, es necesario aclarar que no se suman gatos, con perros y liebres. Se suma en torno de objetivos compartidos. Y para ello se debe tener una propuesta común hacia objetivos comunes y predeterminados. Otra cosa, es un amontonamiento.


En el caso de un nuevo armado del campo popular con eje en el peronismo como lo fueron los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, necesariamente su conformación debe tener objetivos políticos, programáticos y no simplemente electorales. Y esos objetivos tienen que ser opuestos a los neoliberales. Opuestos. Sin ningún esbozo de contacto.

Esto que se está publicitando por estos días de reuniones entre dirigentes que dicen aspirar a un armado triunfador, sumando idos, pero “dejando atrás” a los que siguen estando, es el perfecto camino hacia la negación de las políticas que nos llevaron a destacarnos en el mundo en los últimos años por los avances en materia social. Y funcional al neoliberalismo gobernante y su continuidad.

Sumar solo para ganar una elección puede también hacerse, pero desde el punto de vista político es absolutamente irresponsable porque solo implica reparto de cargos en un futuro gobierno que zigzagueará según el poder que consolide cada bando. Y sabido es que las corporaciones influirán para que triunfe en esa puja quien mejor represente los intereses de eses minorías por sobre los colectivos.

No es casualidad que los doce últimos años hayan sido los de mayor ganancia de derechos y ascenso social en la historia argentina, o cuanto menos uno de los mayores, y solo comparable con el primer peronismo. No es casualidad porque el conjunto de voluntades que convergieron en lo que se llamó kirchnerismo provenientes de distintas vertientes, desde el peronismo hasta partidos vecinales, provinciales y nacionales, todos compartían el rumbo de una política nacional, popular, inclusiva y con eje en el hombre, dejando atrás décadas de mirar desde el gobierno los intereses de las minorías poderosas.

Eso explica que se haya podido llevar la participación de los trabajadores en la distribución de la renta a más del cincuenta por ciento, marcando un record histórico. Y también explica la violencia ejercida por el poder corporativo sobre esos gobiernos. Explica la campaña de odio desatada para torcer el rumbo del progreso colectivo y volver a la exclusión hoy en pleno desarrollo.

Pero como las enormes construcciones de esos doce años necesitaban de conducción política clara, firme y sólida, y la hubo, también se necesitaban ejecutores técnicamente preparados, con capacidad para desarrollar esas políticas, y también los hubo. El detalle es que éstos últimos no necesariamente debían estar ideologizados. Si lo estuvieran, mejor. Pero habiendo conducción, como la hubo con Néstor y Cristina, y rumbo claro e inequívoco, no es condición indispensable. Y eso ocurrió. Hubo compañeros, que recitaban con elocuencia, y ejecutaban con solvencia desde el punto de vista técnico los programas de gobierno, pero solo por capacidad, sin convicción ni pasión. Son los que ante el primer simbronazo, como pocas veces, ponen en superficie dentro del peronismo la presencia de cierto funcionariato devenido en dirigencia que es capaz de ejecutar el mejor programa con sentido nacional y popular, como lo hicieron, y ahora defender con fundamento la política totalmente inversa que impulsan las corporaciones, como también lo hicieron al votar el pago a buitres, endeudamiento, Jueces de Clarin en la Corte, entre otras leyes tan regresivas como estas.

No nos equivoquemos compañeros, todos tenemos derecho a irnos, pero nadie tiene derecho a mentir. Diciendo que se va de un modelo de país que le cambió la vida a millones, para acercarse al que siempre que estuvo la destruyó, mintiendo que lo que busca es el bienestar colectivo acercándosé a quienes claramente aportan a su destrucción. No es cierto. Lo que buscan estos compañeros, es al fin un sinceramiento de su perfil ideológico. Nunca estuvieron de acuerdo con el peronismo al servicio de las mayorías, y si con uno que se diga del campo popular pero que no modifique la estructura social de privilegio para sectores concentrados de la economía que serían los llamados a hacer y disfrutar, y al resto a servirlos.

Sondeos de estos días indican, felizmente, que en cualquier carrera próxima esta farsa no llega ni a completar la vuelta previa. Porque al pueblo se lo puede engañar alguna vez, como ocurrió, pero no siempre, porque aprende las lecciones con la cabeza o con el lomo.

No hay comentarios:

"NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS SIN ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Martin Luther King
"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)